Reseña:
Doctor Strange en el Multiverso de la Locura
Dirección: Sam Raimi
Estados Unidos, 2022
Por: @SPanero21
Uno de los fenómenos sociales de los últimos tiempos que ha creado el cine fue el estreno hace unos meses de “Spider-Man: Sin camino a casa” ya que la expectativa por ver el multiverso de Marvel en pantalla grande era de descomunal y ni uno de los asiduos consumidores de cine se quedó indiferente ante este hecho. La peli pudo gustar o no, pero no cabe duda de que hizo salir en masa a las personas para regresar a las salas de cine y es que no era para menos, las ganas de volver a emocionarse con uno de los fenómenos mediáticos de los últimos años como lo es el Universo Cinematográfico de Marvel, las ansias de contagiarse de emoción en una sala oscura o la nostalgia por ver las viejas interpretaciones de Peter Parker y una de ellas, las que causaba mayor expectativa a mi parecer, era ver regresar Tobey Maguire enfundado en mallas azules y el gran responsable de este último punto sin duda fue el director Sam Raimi quien con su trilogía Spider-Man le dio un gran empuje al cine de superhéroes y la casa Disney no dudo en absoluto para encargarle la dirección de su más reciente entrega: Doctor Strange en el multiverso de la locura.
La premisa en este tipo de películas es lo de menos, en este caso tenemos a Wanda Maximoff quien tras las diversas adversidades que ha vivido en entregas anteriores de este universo es corrompida por un poder maligno la cual la orilla a intentar apropiarse de los poderes de América Chávez, nuevo personaje que llega a este mundo y que posee la facultad de transitar entre diversos planos del universo, para así poder buscar un sitio en el multiverso donde pueda convivir con sus hijos inexistentes en este, pero antes de esto debe verse las caras con Stephen Strange quien cuidara a la nueva integrante llegada a la franquicia, esto solo augura un sin número de viajes entre universos, peleas y referencias para que al final y como siempre en este tipo de cintas el bien triunfe ante el mal.
La incursión de Sam Raimi tras el banquillo de director acompañado de Michael Waldron en el guion y el siempre confiable Danny Elfman son tres de los ingredientes que le dan rumbo a esta historia que ya de por sí a la mitad de duración se va cayendo. Raimi con su experiencia tanto en cine de super héroes como de terror hacen una combinación perfecte en la última parte de la película para crear una atmosfera poco vista en esta franquicia de Disney y esto lo logra en parte por la colaboración en el score de Elfman que trae viejos sonidos, tanto de sagas de super héroes como de música clásica, para crear una ambiente digno de una cinta con tintes de horror, mientras que Waldron se encarga, para bien o para mal, de que todo se desarrolle en apego a las historias marvelitas, pues él se encargó de escribir el guiñó de la serie “Loki”.
Marvel en su afán de abarcar más público ha intentado incursionar en distintos sectores sociales, ya sea incluyendo personajes de distintas latitudes del mundo, caso de “Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos” o “Eternals”, o diversos géneros cinematográficos, ya ha intentado con la comedia, que si bien esta siempre se hace presente con chascarrillos esta se hace se nota más en “Guardianes de la Galexia Vol. 1” o en “Thor: Ragnarok” o en cine de artes marciales y ahora el intento se decanta por el terror, que si bien se hace presente con jump scares, presentar a una Bruja Escarlata en modo La Llorona rondando en pena entre multiversos por sus hijos o “mostrar” muertes más crudas, aun así esto se queda a un nivel terror similar al que se ha presentado en la saga Harry Potter cuando aparece Voldemort o de la serie “Escalofríos” que se veía a finales de los noventa, esto es entendible, es un producto creado en la casa de Mickey Mouse y se agradece que en ese afán expansionista quieran abarcar más matices cinematográficas, pero aun así se siente muy moderado el aspecto del terrorífico con el que se vende esta cinta.
Otro de los puntos que más ha salido a relucir es que más allá de la mano de Raimi para darle un buen final a la película es el incontable número de referencias que aparecen en el filme y si bien son lindas y alegraran los corazones de los seguidores de Sam, en específico la aparición de Bruce Campbell, pero esto no es más que otro tipo de fan service ya muy común en Marvel donde las referencias y guiños son la sustancia de muchas secuencias careciendo de un buen contexto en el desarrollo de la historia y si bien se agradece ese final donde la experiencia previa del director lleva a buen puerto el filme también es notorio a la mitad de la cinta vuelve a aparecer el Sam Reimi de Spider-Man 3, aquel que fue obligado a meter gran número de personajes solo con el fin de darle gusto al fan y discuidar la historia.
En conclusión, lo nuevo del Doctor Strange es un agradable intento de fusionar el género de super héroes con el terror pero que a mitad de película se cae y que sin problema alguna su pudieron ahorrar secuencias que solo van a servir para que en YouTube circulen videos de “10 cosas que no notaste en…” y ya se comienza a hacer notorio que es necesario consumir las series que se están lanzando en Disney+, ya que ahí se encuentra el desarrollo del villano en turno y que sin el se siente demasiado forzado el cambio de Wanda al lado oscuro.

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